Por su nombre científico de Cimex lectularius L. casi nadie las conocerá. Pero bajo este nombre aparentemente inofensivo se esconden las chinches de cama, una de las plagas más molestas para los humanos, que requiere necesariamente de especialistas en eliminación de chinches para poder vivir cómodos en casa, el lugar donde salen más habitualmente.

En AMELIN solemos advertir a nuestros clientes de que se trata de insectos más pequeños que las cucarachas, que son nocturnos y que tienen un color entre cobre y rojizo oscuro, dependiendo de la clase en concreta que sea. El problema de estas chinches de cama no es su existencia, sino que se alimentan de sangre humana y que, por tanto, realizan picaduras durante la noche a las personas. Y, aunque no portan ni transmiten ninguna enfermedad, sí pueden producir irritaciones y en casos graves infecciones.

Los síntomas más características de la presencia de chinches de cama son pequeñas manchas oscuras y de sangre en las sábanas, que se producen después de la picadura. También emiten un olor dulce, pero muy desagradable, o por la presencia de huevos. Y es que este es uno de los grandes problemas de estas chinches, que se reproducen muy fácilmente, y por lo que requieren necesariamente de empresas de eliminación de chinches, porque aunque solo advirtamos la presencia de una de ellas, hay que tener en cuenta que una sola hembra puede poner entre 200 y 500 huevos.

En grietas, hendiduras, sábanas de colchones, en muebles, rodapiés, etc. son lugares donde suelen aparecer, siempre en condiciones de poca higiene y en lugares de tránsito, como pueden ser hoteles, donde pueden pasar de cuarto a cuarto y al equipaje de los visitantes, pero también en viviendas.